martes, 24 de julio de 2012

El miedo en el coaching

El miedo está presente en todos nosotros, es algo inherente al ser humano.
Cada uno tiene sus propios miedos, y éstos pueden ser distintos en diferentes momentos y ante diferentes situaciones.

Cuando un cliente se acerca al coaching, lo hace porque quiere cambiar algo en su vida, y en la mayoría de los casos (por no decir en todos) viene con el mayor de los saboteadores (o creencias limitantes) que existen, que es el MIEDO.

Como acompañante en el cambio, el coach debe ayudar a su cliente en dos cosas en relación al miedo:

1.- Reconocerlo, saber cuál o cuáles son esos miedos.

2.- Gestionarlo, el cliente aprende a que el miedo le acompañe pero no le paralice.

En todo este proceso ¿qué pasa con los miedos del coach?

El coach debe saber cuáles son sus miedos (por eso todos los coaches tenemos nuestro propio coach) y dejarlos fuera de las sesiones de coaching.

Un coach quiere que su cliente cambie, porque eso es lo que él o ella quiere, y para eso tiene que ser audaz, valiente, provocador, retador, desafiador. Cuando tiene que reforzar o reconocer al cliente, lo hace; cuando tiene que ser crudo, lo es y cuando tiene que dejar a un cliente, ya sea porque el cliente ha conseguido el objetivo que perseguía o porque el coach siente que aquél no está comprometido con el coaching, lo deja.

¿Cuál es el mayor de tus miedos? ¿Qué esperas para hacerle frente?

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